sábado, 25 de febrero de 2012

Los montos y demás


                                        Crítica a los montos.

 

Así como Mao, (y Lenín, hasta cierto punto), se apoyan en la lucha campesina para asaltar, con o sin el proletariado, la posesión del estado, Fidel llega al poder en Cuba.

Mareados y exaltados por las descripciones de las escopetas lanzagranadas, muchos imitadores del Che, y él mismo, se lanzaron a crear guerrillas en los países periféricos.

Extraños socialistas que se olvidaron de lo social, el hecho de que sin lucha campesina preexistente toda guerrilla está condenada al fracaso.

El engendro teórico que supone la idea de una guerrilla urbana,  pretendiendo reemplazar los órganos propios de la lucha proletaria, es propio de alguien que se enteró de Marx y Lenín de oídas.

Como Moreno hace 40 años, discutiendo con los perros, seguimos diciendo lo mismo. Con el pueblo, todo, sin el pueblo, nada.

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